Death Note (2017)

Uno de los animes mas aplaudidos da el salto al "live action" y lo hace de la mano de Adam Windard. Netflix salvó la película del abismo en el último momento y nos presenta una versión particular, única y diferente. ¿Habrá salido triunfadora, o por el contrario estamos hablando de un batacazo para la plataforma de streaming?

                                               

Dirigida por Adam Wingard (Tú eres el siguiente), la película está protagonizada por Nat Wolff (Ciudades de papel), William Dafoe (Spiderman), Margaret Qualley (Dos buenos tipos) y Keith Stanfield (Anarchy: La noche de las bestias). La historia se centra en Light, un adolescente que encuentra un cuaderno negro tendido en el suelo, llamado «Death Note». Se trata de un cuaderno sobrenatural que es capaz de matar personas si se escriben los nombres en él y si el portador visualiza mentalmente la cara de quien quiere asesinar.

Con el estreno de esta película se vuelve al eterno debate: ¿Que es mejor, una adaptación fiel al material original o una buena película, alejándose del original? Yo, desconocedor del anime original y como espectador tan sólo de la película, puedo concluir que Death Note no es una mala película, pero cuenta con algunas trabas que hacen que no termine de ser todo lo que podría ser.

Y el principal problema que le encuentro es el de tratar de abarcar todo o gran parte del arco de la serie, haciendo que la historia principal sea algo atropellada, rápida en exceso y con un mínimo, por no decir nulo, desarrollo de los personajes. Es muy complicado contar en hora y media lo que en el anime se cuenta en casi 40 episodios, por lo que se nota, desde el primer momento, que todo va demasiado rápido.

En cuanto a la historia, en ningún momento es aburrida y debido a la rapidez del guión, el espectador no tiene tiempo para concesiones de ningún tipo. Siempre están pasando cosas relevantes para la historia, independientemente de que lo que ocurra sea más o menos interesante. 

Y por supuesto, lo mejor de la película es la dirección de Adam Wingard. Me gusta su forma de narrar según que acciones y en esta ocasión le vemos cómodo y en su salsa con las escenas más grotescas. Tiene un estilo muy suyo y si algo ha conseguido esta película es captar mi atención sobre los proyectos de este cineasta.

Pasando a otro de los puntos negativos en general, aun con excepciones, tenemos que hablar del reparto. Nat Wolff tiene el carisma de un boniato. Esto es una verdad como un templo y durante toda la película podemos ver como sus compañeros de escena se lo comen (y pensar que este chico fue considerado para ser Spiderman...). Keith Standfield hace de L una mezcla entre el Spiderman de Andrew Garfield y el Lex Luthor de Eissenberg con un exceso de tics, nerviosismo y exasperación que no me hacen ver en ningún momento a ese super detective que nos quieren hacer creer que es. Margaret Qualley si sabe darnos un odioso personaje y cumple, demostrando que hay una actriz a tener en cuenta que puede ser interesante y William Dafoe, como siempre, nos deja ganas de más.

Se trata, en conjunto, de una película normal, del montón, de esas que no pasarán a la historia pero que durante hora y media te entretienen, para luego pasar al olvido.

Mi nota es de: 5,5/10

Aquí el trailer: