lunes, 14 de agosto de 2017

Rey Arturo: La leyenda de Excalibur (2017)

La leyenda del Rey Arturo Pendragón y la magia de Camelot demuestran una vez más ser una fuente inagotable de historias y versiones para su adaptación cinematográfica. Con un Arturo criado en un burdel y las calles de Londinium, el director Guy Ritchie ha construido una revisión bastante libre y marcada con su sello personal que cumple con lo prometido: acción, más acción, heroísmo, humor y magia.

 
Rey Arturo: La leyenda de Excalibur está dirigida por Guy Ritchie (Operación U.N.C.L.E., Sherlock Holmes), quién también participa como guionista, y protagonizada por Charlie Hunnam (La ciudad perdida de Z), Astrid Bergès-Fisbrey (Piratas del Caribe: En mareas misteriosas), Jude Law (The Young Pope), Djimon Hounsou (La leyenda de Tarzán), Eric Bana (Hanna), Aidan Gillen (Juego de Tronos), Annabelle Wallis (Peaky Blinders) y Mikael Persbrandt (trilogía de El Hobbit), entre otros. Mientras Vortigern (Jude Law) gobierna en Camelot con mano de hierro y terror, Arturo (Charlie Hunnam) se ha criado entre prostitutas y ha aprendido a sobrevivir gracias a las reglas de la calle de Londinium ajeno a su linaje. Sin embargo, todo cambia cuando Excalibur resurge del mito y es extraída por éste, revelándole su verdadero origen como hijo del rey Uther Pendragón (Eric Bana) y la caída del Camelot conocido.

 
Con toda una serie de precedentes tanto en la gran pantalla como en forma de tele-films y series de televisión, Rey Arturo: La leyenda de Excalibur se une a todas ellas aportando una nueva visión del mito artúrico totalmente diferente de las conocidas, lo que la convierte en la reinterpretación más distanciada y también libre hasta la fecha. Dicha originalidad tiene un arquitecto, el director Guy Ritchie, quien con el paso de los años ha ido creando su propio sello cinematográfico, el cual ha volcado por completo en la película que nos ocupa: el humor de los diálogos, la acción, la manera de ejecutar las peleas, etc. Guy Ritchie está en cada escena del film, y quizás pueda ser el punto de inflexión de cara al público: una cinta sobre la leyenda del rey Arturo demasiado Ritchie.

 
Esto no tiene por qué ser un problema. La fantasía medieval tiene una serie de esquemas en los que desarrolla sus historias, incluso unos tonos predeterminados que se conjugan en función de lo que el director quiera contar. En este sentido, encontramos un amplio abanico de adaptaciones que van desde una serie familiar sobre la relación de Arturo con Merlin, ambos jóvenes y desarrollando su madurez (serie Merlin), hasta películas con toques más oscuros y bélicos como pueden ser Excalibur (John Boorman, 1981) o El Rey Arturo (Antoine Fuqua, 2004). El caso es que Ritchie ha querido mantener la fantasía medieval, pero adaptándola a su terreno; esto es, un Camelot oscuro y místico, con un villano atormentado y malvado, que encaja perfectamente con el Arturo socarrón y algo prepotente de Hunnam, fruto de vivir en la calle y al cuidado de un burdel. Lejos queda la jerga medieval artúrica del mito, para dar lugar a una historia con tintes más modernos donde Arturo no deja de ser el jefe de una banda organizada que quiere hacer justicia por los actos cometidos por el ilegítimo rey.

 
Acorde con la originalidad que aporta la dirección de Ritchie, su marcado estilo nos deja, por un lado, un largometraje muy dinámico cuyo ritmo se mantiene correcto durante todo el film; y por otro, una ejecución de las escenas de acción que aglutina tanto intensidad como fotogramas a cámara lenta, dando lugar a que parezcan casi propias de un videojuego. Además cabe destacar una fórmula narrativa bastante práctica que el director ya aplicó en las películas sobre Sherlock Holmes, y que consiste en que cierto personaje narre lo que va a pasar mientras ocurre, de forma que presente y futuro inmediato se unen aligerando el desarrollo de la trama. Esto, unido al tono humorístico-sarcástico propio de los guiones y la dirección de Ritchie, construyen una película bastante llevadera que no para de entretener y visualmente impresionante.


Respecto al reparto de personajes, cabe destacar a Charlie Hunnam y Jude Law. En el caso del papel de Arturo, Ritchie no ha querido desarrollar un personaje muy caballeresco y noble, si no un Arturo criado en las calles que ha crecido a base de palizas, robar a los ricos y aprendiendo por las malas, teniendo como resultado un Arturo bastante duro emocionalmente, del pueblo, y que no quiere saber nada de destinos heroicos ni de coronas o reinos. En esta línea, Hunnam, no solo aporta a la perfección la pasividad y crudeza típicas de un personaje cerrado a nivel emocional, si no que además consigue bordar la turbación y la incertidumbre que rodean a Arturo, en cuanto es consciente de su papel de cara al destino de Camelot al sacar la espada de Excalibur. Así mismo, aporta bastante bien los matices sarcásticos y humorísticos que caracterizan la historia de Ritchie. Como villano, Law interpreta de igual manera a un magistral Vortigern, exaltando el poder del personaje cuando es necesario, así como su debilidad emocional en ciertos momentos de la película.


De los secundarios, todos tienen su lugar, y por poner algún "pero", me habría gustado que se hubiera explorado más a la Maga (Bergès-Fisbrey) y que Merlín hubiera tenido un lugar en la historia, y no solo aparecer un segundo y de oídas por lo que dicen otros personajes.


Sin duda, además de las fenomenales interpretaciones de Hunnam y Law, la película como se ha dicho es visualmente impresionante, y consigue un equilibrio bastante harmonioso entre la oscuridad de la trama y la fotografía (un gran punto a favor del misticismo de la leyenda), y el humor constante de los diálogos: ni es 100% oscura ni se pasa de graciosa. La banda sonora de Daniel Pemberton resulta en un acompañamiento muy acorde y refuerza mucho más las escenas de acción.


En resumen, Ritchie ofrece en Rey Arturo: La leyenda de Excalibur una revisión del mito artúrico muy característica por su marcado estilo, donde destacan tanto las escenas de acción que venían prometiendo los trailers, como la atmósfera oscura y a la vez sarcástica de la película, así como su intensidad. Un Arturo diferente para una nueva historia de sus orígenes llena de fantasía medieval y  que desde luego consigue entretener y hacer que el espectador disfrute cumpliendo con sus expectativas: acción, más acción, heroísmo, humor y magia (aunque me faltara Merlín).


Nota: 8,5/10

Aquí os dejamos el tráiler:

1 comentario:

  1. Gracias. Dudaba de verla por mi gran afición a las crónicas arturicas pero, después de la reseña, me animo!!

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