La premisa es simple: un agente del gobierno deberá realizar una compleja serie de viajes en el tiempo para detener a un famoso terrorista estadounidense que atizó el país, conocido como "El terrorista fallido".
Cuando la empecé a ver, mis expectativas no eran muy altas, pues no había oído hablar mucho de ella y me imaginaba que sería la típica película de viajes en el tiempo donde debes tener cuidado en no cambiar las cosas para no alterar el futuro, etc... pero lo que me encontré fue una película muy diferente, con dos partes muy bien definidas y con un final que, aun siendo muy sorprendente, no es tan sorprendente como todas las cosas que van pasando durante el segundo acto de la película.
Para su corta duración (hora y media) nos ofrece unos primeros 45 minutos introductorios pero necesarios para conocer a nuestros dos protagonistas y finalmente un tramo final en el que no, no dejan de pasar cosas hasta que acaba la película y acabas con esa sensación de decir: "Pero que...?". La película se sustenta básicamente en dos actores, Ethan Hawke y Sarah Snook, cuyos personajes son atrayentes desde el primer momento y cuentan una historia interesante, que te mantiene atento y que te permite pasarte gran parte de la película elaborando tus propias teorías, algo que funciona como un interés añadido a la película, eso de poder decir aquel famoso: "¡Lo sabia!¡Te lo dije!" con el que tanto nos gusta regodearnos delante de nuestros amigos.
En definitiva, si lo que buscáis es una película que no se os haga pesada, que cuente una historia interesante y con un final bastante sorprendente, esta es tu película.
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