Kingsman: El círculo de Oro

A principios de 2015 salió una de las sorpresas del año con Kingsman: Servicio Secreto. Su acción sin medidas, su diversión, brutalidad y humor encantó al público y dos años después llega su secuela, que ha cosechado críticas mixtas entre el gremio pero que a mí, personalmente, me ha fascinado.

Dirigida por Matthew Vaughn, director de la primera entrega, esta secuela está protagonizada por Taron Egerton (Eddie El Águila), Colin Firth (El discurso del rey), Mark Strong (Mindscape), Julian Moore (Hannibal), Pedro Pascal (Narcos) y un gran etcétera de grandes actores. Cuando el cuartel general de la agencia secreta es destruido, se descubre una organización de espionaje aliada en EE.UU. llamada Statesman, cuyo origen se remonta a la fecha en que ambas fueron fundadas. En una nueva aventura que pone a prueba la fuerza y el ingenio de sus agentes, ambas organizaciones secretas de élite aúnan sus esfuerzos para intentar derrotar a su enemigo común y salvar al mundo... algo que está convirtiéndose en una especie de hábito para Eggsy.

La idea general que tenía cuando salí de ver la película era que me había gustado mucho, no tanto como la primera, pero siendo una muy disfrutable secuela, llena de acción y más pasada de vueltas que la original, que ya es decir. Pero analizando en frío, debo decir que no sólo tiene todo para ser una genial secuela independiente que se pueda disfrutar sola, sino que ayuda a consolidar la saga, con un componente emocional que no me esperaba y que le ha dado hasta cierta profundidad muy interesante.

Y esta es la fundamental diferencia con su predecesora, ya que aquí ya ha pasado un tiempo, hay lazos y parece que todo el mundo del protagonista se viene abajo hasta que, tachán, aparece Harry, que sigue vivo. Se trata de una montaña rusa de emociones constante que muestra que no sólo es una secuela de acción loca y desatada, sino que, de mejor o peor forma, intenta conectar con el espectador mediante vínculos emocionales.

Bueno, una vez dicho esto.... MENUDA PASADA DE PELÍCULA. Empieza fuerte y sigue creciendo creciendo y creciendo, con una acción más loca e inverosímil que la de su predecesora, con unos personajes muy carismáticos y con una trama sencilla, con un par de juegos de guión y con una gran cantidad de guiños y referencias a la primera cinta, que harán las delicias de los más fans y les sacarán más de una sonrisa.

El estilo visual sigue siendo muy parecido al de la primera cinta, aunque en esta hay si cabe un mayor uso de la musicalidad en las escenas de acción. Los golpes de humor son más reducidos pero igual de brillantes y todos los personajes que nos presentan, quizá a excepción del que interpreta Tatum, son geniales y aportan muchísimo al conjunto. Elton Jhon aparece incluso y tiene uno de los papeles más divertidos de toda la cinta. 

En definitiva, se trata de una genial secuela, divertida y en la que no quiero entrar en las polémicas surgidas recientemente por el trato a según que personajes. Me ha gustado y es por ello, totalmente merecedora de una nota de: 8/10

Aquí el trailer: